La extraña cruz formada con la hoz y el martillo, que el presidente Evo Morales le entregó al papa Francisco durante su visita a Bolivia, es un homenaje al jesuita español Luis Espinal, torturado y asesinado por paramilitares en el país sudamericano durante la dictadura del general Luis García Meza, informa el diario 'Huffington Post'.
El crucifijo es una reproducción del original, obra del sacerdote español, que simboliza su simpatía por las ideas comunistas y su compromiso con las luchas sociales del pueblo boliviano y a quien Francisco le dedicó un homenaje cerca del lugar donde hallaron su cadáver.
Además el mandatario bolivariano le entregó al papa otros obsequios para agradecerle su visita al país, entre ellos: su biografía 'Mi vida de Orinoca al Palacio Quemado', el texto 'Libro del Mar' y un traje sacerdotal hecho con bordados.
Este viernes el papa Francisco se dirigirá a Paraguay, país donde terminará su gira latinoamericana.