La aldea nepalesa en la que casi todos vendieron un riñón para comprar una casa
Una mujer local, Geeta, contó a 'Daily Mail' que había cedido a las persuasiones de su cuñada y viajó al sur de la India para someterse a una cirugía para que le extirparan un riñón.
Por dicha operación recibió 2.000 dólares. Este dinero, sumado a la idéntica suma recibida por su marido por la misma cirugía, se invirtió en comprar una parcela de tierra y erigir una casa de piedra a 20 km de Katmandú, un sueño de muchos nepaleses en este pobre país.
Pero su sueño se convirtió en escombros el pasado 25 de abril, cuando un mortífero sismo sacudió el país tibetano, dejando más de 8.000 muertos y al menos 23.000 heridos.
Ante la devastación general causada por el terremoto, la cantidad de damnificados que recurren a donar un órgano en clínicas clandestinas se está incrementando.
El tráfico de órganos está floreciendo, convirtiendo al país en un 'banco de riñones'.
Los traficantes usan varios métodos para sacar ventaja, incluidas cirugías forzadas y engaños, aprovechando las ingenuidad de sus víctimas.
Frecuentemente los traficantes de órganos escogen a niños de familias pobres o con discapacidades.
Según vecinos, algunos de los donantes recibieron apenas 250 dólares, mientras a los clientes que esperan un órgano se les cobra 10.000 dólares por un riñón.