Una ciudad holandesa pagará sueldos a sus habitantes solo por vivir

La ciudad holandesa de Utrecht llevará a cabo a partir del próximo otoño y durante un año un ambicioso experimento consistente en conceder, sin ninguna condición, una renta básica a numerosos ciudadanos que ya reciben ayudas gubernamentales.

El objetivo de este experimento científico consiste en averiguar si las personas siguen esforzándose cuando perciben ayudas económicas sin estar sujetas a ninguna obligación a cambio.

"Las normativas actuales para las prestaciones sociales son burocráticas y están basadas en la desconfianza", dice Jacqueline Hartogs, concejala de Trabajo del Ayuntamiento de Utrecht. Como muestra de esta desconfianza señala que en esta ciudad las personas que reciben ayudas dejan de percibirlas si no logran encontrar trabajo.

Un experimento similar realizado en los años 70 en Manitoba permitió disminuir el nivel del crimen y las visitas a hospitales en esta provincia canadiense. En Suiza está programado que en 2016 se vote en referéndum la introducción de una renta básica.

Sin embargo el concepto de renta básica no se ha impuesto con fuerza en parte por cuestiones logísticas, pero también por los temores que suscita de que los ciudadanos abusen del sistema. En este sentido, la experiencia holandesa podría servir para ayudar a cambiar de mentalidad.

Para realizar el experimento las 250 personas que percibirán la renta básica se dividirán en cinco grupos: un grupo que operará bajo las leyes actuales, tres grupos sujetos a normativas más laxas y un grupo que recibirá ayudas económicas de manera incondicional. El plan puede ser utópico, pero está en sintonía con el espíritu de que la vida es un derecho y no algo que uno deba merecer.