La historia del padre Ignacio María Doñoro, quien fue capellán militar de la Guardia Civil de Intxaurrondo, País Vasco, empezó hace 20 años, publica 'El País'. En aquella ocasión, le dieron 20.000 dólares para ayudar a los niños de El Salvador. En el país centroamericano le conmocionó mucho la historia de un niño, que iba a ser vendido por sus padres para el tráfico de órganos. "Tenían cuatro hijas, el chico tenía una parálisis y habían decidido venderlo a un grupo de traficantes", explica.
Doñoro decidió comprar al niño con el dinero que disponía. Este se llamaba Manuel y tenía 14 años. Sin embargo, los traficantes le pidieron solo 25 dólares: "25 dólares valía su vida", recuerda.
Desde entonces, el padre ha salvado en el Amazonas a miles de niños, "se los he arrebatado a la maldad humana, donde todo vale y ya no importa nada". Ahora, a través de su organización Hogar Nazaret, desarrolla la vocación que le despertó el conocimiento de la historia de Manuel. "Después del tráfico de drogas y de armas, el tráfico de niños es el que más abunda… Donde estoy ahora, en Puerto Maldonado, Perú, hay interés de las autoridades por impedir este abuso, pero las bandas de traficantes son muy fuertes".
Diez años después de salvar a Manuel, este le escribió para agradecerle que lo rescatara de los traficantes. "No hacía falta su gratitud. Su sonrisa ya me había salvado a mí la vida. Gracias a él", respondió Doñoro.