La BBC informa que Austin Haughwout, un estudiante de segundo año de Ingeniería Mecánica de la Universidad Central de Connecticut, fue quien subió a YouTube una grabación en la que aparece el aparato volador de cuatro hélices con un arma semiautomática que realiza disparos en un bosque del estado de Connecticut. El blanco de los disparos no se ve en la grabación.
El video rápidamente superó los dos millones de visitas y generó un debate sobre los riesgos que entrañan los aparatos no tripulados, que cada vez son más populares entre la población civil. Además, el hecho ha puesto en evidencia la falta de regulación sobre la utilización de drones.
La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) anunció que ha empezado una investigación para averiguar si el joven residente en Connecticut cometió alguna infracción. Sin embargo, el problema es discernir si hay alguna norma jurídica que regule un caso como este. La FAA establece que los drones deben estar libres de obstáculos circundantes, pero no menciona de forma explícita las armas, aunque advierte que los civiles que manejan drones pueden ser multados, si ponen en peligro a los demás mientras utilizan los aparatos.