Vida de una bruja rusa: una anciana de 68 años, sospechosa de cometer 10 asesinatos espeluznantes

Una bruja en pleno siglo XXI. Una novela de terror. La cadena de acontecimientos que llevaron al descubrimiento de la posible autora de los crímenes arrancó el lunes, cuando dos paquetes que contenían partes de un cuerpo humano fueron descubiertos en el sur de San Petersburgo, según el medio local Fontanka.ru. 

Los restos pertenecían a una anciana que había sido despedazada y arrojada a un basurero. Poco después se descubrió una bolsa de plástico con las caderas y los muslos.

La investigación condujo rápidamente a un piso en un condominio cercano, donde vivían dos mujeres de edad avanzada. Los vecinos dijeron que no habían visto a una de las residentes desde hacía varios días. La mujer que respondió a la llamada se apresuró a confesar el asesinato de su compañera, asegurando que estaba cansada de ella.

Es entonces cuando los agentes determinaron la identidad de la sospechosa del crimen: Tamara Samsónova, de 68 años. La Policía investiga el posible asesinato de su amiga Valentina, de 79 años. Los investigadores encontraron sangre en el cuarto de baño de la víctima. Al baño también le faltaba la cortina.

A partir de ese momento la investigación permitió conocer que no era este el primer crimen violento perpetrado por Samsónova, informa Fontanka. La mujer había mantenido un diario detallado desde hacía años sobre una docena de asesinatos que cometió supuestamente desde finales de los 90, según el informe.

Uno de estos apuntes describe el asesinato de un hombre que alquilaba una habitación en el edificio. Entre los detalles espeluznantes que se mencionan en el diario figura que la mujer hizo un tatuaje en el cuerpo del fallecido. De hecho, en 2003, la Policía tuvo conocimiento del hallazgo de un cuerpo masculino mutilado con un tatuaje grabado en el mismo barrio. La víctima nunca fue identificada.

También vinculado a los asesinatos la Policía descubrió un libro esotérico con varias páginas arrancadas. Las páginas del mismo libro fueron halladas junto con a los restos del cuerpo de la víctima del brutal asesinato de 2003.

De confirmarse lo que se describe en el diario de la bruja, Samsónova mató a su propio marido, cuya desaparición denunció en 2005.

Los investigadores están desconcertados sobre qué movió a la mujer a perpetrar los asesinatos, puesto que no parecen ser crímenes pasionales y aparentemente no le han reportado ningún beneficio económico a la presunta autora. Samsónova será sometida a un examen psiquiátrico.