El proyecto, propulsado por la izquierda sueca el pasado abril, está dando resultados en el Ayuntamiento de Gotemburgo, la tercera ciudad más importante de Suecia, convirtiendo esta administración en uno de los líderes en el campo de empleo y la seguridad social en la Unión Europea.
El proyecto supone la separación de todos los funcionarios de la ciudad en dos grupos: un grupo seguirá trabajando ocho horas al día y el otro trabajará solo seis. La idea principal de esa medida es proporcionar a los trabajadores más tiempo para dedicar a la familia con el objetivo de ganar en eficiencia y productividad, subraya 'El Confidencial'.
El teniente de alcalde de la ciudad explicó que las autoridades municipales planean comparar los dos grupos a final de año. Según el funcionario, se prevé que los trabajadores del grupo de la jornada reducida soliciten menos días de baja por enfermedad.
Jennie Anttila, enfermera del hogar de ancianos Svartedalens, dijo a la prensa local que está muy contenta de participar en el experimento: "Ha ocurrido lo que yo esperaba. Mi vida es más tranquila y agradable. Tengo más energía en mi tiempo libre y además soy más activa en mi trabajo".
Los empleadores también están observando señales positivas en este proyecto: "La mejora en el bienestar de los trabajadores es innegable. Están menos presionados y tienen más energía. Pienso que es un buen modelo laboral", aseveró la gerente del centro Svartedalens, Ann-Charlotte Dahlbom.