En Macas, localidad de la selva amazónica ubicada a unos 240 kilómetros al sureste de la capital, Quito, manifestantes indígenas antigubernamentales obligaron, lanza en mano, a que decenas de policías se retirasen. Según cifras aportadas por el ministro del Interior, José Serrano, quien acusa a los organizadores de la protesta de instar a la violencia masiva, en el enfrentamiento resultaron heridos al menos ocho agentes.
De acuerdo con los datos del diario 'El Comercio', actualmente los edificios de la Gobernación, Prefectura, Municipio, Ministerio de Vivienda y Dirección Provincial de Educación siguen rodeados por los manifestantes. Además, estos mantienen bloqueadas varias carreteras. A la localidad continúan llegando tanto contingentes militares como más manifestantes que se suman a la protesta.
El rotativo informa, a partir de declaraciones de dirigentes indígenas, que hay más grupos dispuestos a llegar a Macas si las autoridades no atienden sus demandas. Los temas clave de la protesta van desde la suspensión de la licencia ambiental que impide que las autoridades locales continúen con la construcción de una vía en la zona hasta la propuesta de la enmienda constitucional que prevé reelección indefinida de las autoridades.
La ola de protestas convocadas por movimientos sociales y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la principal central obrera del país, que llamaron, además, a un paro nacional, sacude todo Ecuador desde el pasado 13 de agosto. Los manifestantes marchan por las calles, bloquean carreteras e intentan paralizar los trabajos de pozos petroleros en señal de rechazo a las reformas constitucionales impulsadas por el Gobierno de Rafael Correa.
Según el Ministerio del Interior, a lo largo de la semana se produjeron 102 detenciones y 35 personas heridas en el lado indígena y sindicalista y 104 heridos entre los policías. El presidente Correa ha calificado en varias ocasiones las movilizaciones de "golpe de Estado blando" y ha condenado la violencia, subrayando que la mayoría absoluta de la población apoya las iniciativas legislativas de su Gobierno.
Del lado del Gobierno están varias organizaciones sociales que conforman el colectivo Frente Unido. Sus miembros alzaron la voz en apoyo al actual Ejecutivo y condenaron los intentos de alzamiento de la oposición de ultraderecha que desde el mes de junio intensificó las convocatorias dirigidas principalmente contra los proyectos de ley de herencias y plusvalía.