Cuando las mujeres en Raqqa y Mosul comenzaron a ser objeto de abusos sistemáticos, los yihadistas no los reconocieron. Sin embargo, en la actualidad, teólogos del Estado Islámico legitiman el uso de esclavas sexuales para atraer a yihadistas extranjeros.
La práctica se ha vuelto moneda corriente, hasta el punto de que se puede acceder a una lista de precios que figura en los foros del Estado Islámico, informa el diario 'The New York Times'.
El Estado Islámico ha desarrollado un sistema de esclavitud sexual que incluye contratos de venta notariados por los tribunales islámicos dirigidos por los yihadistas. La práctica se ha convertido en una herramienta de reclutamiento para atraer a hombres de las sociedades musulmanas profundamente conservadores, donde el sexo ocasional es tabú.
Las víctimas de la trata, además de ser utilizadas para atraer a combatientes extranjeros, también sirven como forma de amenaza y provocación al enemigo. Se trata de una sofisticada red de trata de esclavas sexuales, en la que ya han caído en el último año unas 5.270 yazidíes, de las 3.144 siguen siendo objeto de depravaciones yihadistas.
Un creciente número de discusiones teológicas establecen directrices para la esclavitud, incluyendo un extenso manual difundido el mes pasado por el Comité para la Investigación Islámica. En repetidas ocasiones, el EI ha hecho hincapié en efectuar una lectura estrecha y selectiva del Corán, no sólo para justificar la violencia, sino también para elevar y celebrar cada violación sexual como algo espiritualmente beneficioso, informa el diario.