El hombre, de 60 años y vecino de la ciudad japonesa de Yokosuka , entró el domingo en una tienda de SoftBank [compañía internacional de telecomunicaciones y de Internet de Japón] y arremetió contra el robot humanoide en un ataque de ira, según la Policía, informa 'The Japan Times'.
Según el periódico, el japonés perdió los estribos con un miembro del personal y causó daños al robot, que cuesta 1.600 dólares.
La policía comunicó que el Pepper afectado ahora se mueve más lentamente y que su sistema operativo puede estar roto. Cuando funciona correctamente, el robot puede contar chistes, reconocer la expresión facial y el tono de voz, e incluso bailar por puro entretenimiento.
Este no es el primer caso de vandalismo no motivado contra un robot. En agosto atacantes no identificados decapitaron y desembraron al robot autoestopista HitchBot, que había viajado por EE.UU. en el marco de un experimento social.