'Narconazis': un estudio revela la fuerte drogadicción de Hitler y sus soldados
'Der Totale Rausch' ('Euforia total. Las drogas en el Tercer Reich') de Norman Ohler, es un nuevo estudio que demuestra que los medicamentos resultaron decisivos para algunos de los éxitos militares de la Alemania nazi, y además, influyeron en la vida del líder alemán Adolf Hitler.
Según Ohler, los médicos y las drogas formaban gran parte de la estructura interna del nazismo y el denominado Führer era un adicto a las drogas fuertes. Así, el estudio indica que el líder alemán tomó más de 74 tipos diferentes de medicamentos a lo largo de su vida.
Hitler se interesó por la drogas cuando Theodor Morell se convirtió en su médico personal, en 1936. Fue ese doctor quien le prescribió un medicamento llamado Mutaflor para aliviar el dolor de estómago.
Desde aquel momento, Morell le suministró a Hitler las drogas más fuertes de la época, incluidas inyecciones intravenosas de metanfetamina. Existen testimonios que indican que el doctor llegó a ser temido por los cercanos a líder nazi porque tenía mucha influencia en su estado de ánimo.
El investigador estima que Hitler estuvo bajo el efecto de drogas durante casi toda la Segunda Guerra Mundial, lo cual explica algunas rarezas de su comportamiento, como la locuacidad excesiva, los cambios repentinos de estado de ánimo y la toma de decisiones inexplicables. Norman Ohler indica que el abuso de sustancias en el que se sumió Hitler durante varios años dañó notablemente su salud.
En los años 30 el Tercer Reich, al igual que el resto del mundo, estaba obsesionado con los estimulantes a base de metanfetamina. En Alemania, se popularizó la primera versión de la metanfetamina de cristal con el nombre de Pervitin. Este medicamento era totalmente legal y se percibía como un medio para luchar contra el estrés.
No obstante, los principales consumidores de esa sistancia fueron los militares -tanto los altos mandos como los soldados-, que utilizaban Pervitin para aliviar la fatiga, sentirse invencibles y lograr un rendimiento superior. Por recomendación de los doctores, los integrantes del Ejército alemán recibieron millones de píldoras de metanfetamina durante el primer semestre de 1940, indica el estudio.
El autor del informe sostiene que el uso de Pervitin dio sus frutos durante las campañas militares de Alemania contra Francia y la Unión Soviética. Sin embargo, los efectos colaterales de su uso fueron la drogadicción y la disminución de las normas morales de las tropas.