Tras encuestar a 241 empleados y 70 superiores de 54 empresas, los autores del estudio, publicado en la revista 'Group & Organization Management', han llegado a la conclusión de que si en un equipo de trabajo se mantiene un ambiente conflictivo y las relaciones entre los jefes y sus subordinados son malas, entonces cualquier broma de los superiores será percibida negativamente y empeorará aún más la situación.
"Los gerentes no deben recurrir a bromas para construir buenas relaciones con los subordinados. Es mejor utilizar otros medios: Instrucciones claras, decisiones justas, comentarios útiles sobre el trabajo realizado. Y solo cuando las relaciones ya están construidas, entonces el humor ayuda a mantenerlas", explica el investigador principal Christopher Robert.
Por otra parte, en un equipo donde las relaciones entre los jefes y sus subordinados son buenas, es aceptable cualquier tipo de humor. Tanto las bromas positivas como cínicas aumentan la satisfacción laboral. Sin embargo, los investigadores recuerdan que las bromas sexistas o racistas son una excepción.