Bibihal llegó a esta localidad fronteriza con su familia de 17 miembros. Su hijo de 67 años y su nieto de 19 la llevaron sobre sus espaldas durante la mayor parte de este camino difícil a través de montañas, desiertos, mares y bosques en Europa. Esta es una ruta peligrosa y agotadora, incluso para las personas de una quinta parte de su edad, escribe el rotativo 'The Guardian'.
"Me duelen las piernas, pero estoy bien", dijo Uzbeki, sentada en el suelo dentro de una tienda de campaña de la Cruz Roja. Le temblaban las manos. "Tuvimos problemas muchas veces. Sufrí mucho. (...) Me caí y me hice daño en la cabeza. Tengo cicatrices en la cabeza", agregó.
La Policía croata señaló que se enteraron de su edad comprobando sus documentos. Su nieto la confirmó, pero no ha podido ser verificada de forma independiente.
Cuando se la llevaban a un tren que se dirigía hacia Eslovenia, su nieto Muhamet dijo que la familia espera que su destino final sea Suecia.
La Cruz Roja de Croacia deseó a la familia "toda la suerte del mundo, así como a miles de otros" refugiados que huyen de las guerras y conflictos.
Más de 260.000 inmigrantes han cruzado Croacia desde el 15 de septiembre, cuando Hungría cerró su frontera con Serbia desviando el flujo de refugiados hacia Croacia.