Cocodrilos Continental, una propiedad de 30 hectáreas que es habitada por unos 11.000 cocodrilos, se encuentra en el municipio San Manuel cerca de la ciudad de San Pedro Sula (Honduras) y pertenece a la familia Rosenthal, un poderoso clan que se dedica a negocios relacionados con la banca, el turismo, los medios de comunicación, las propiedades, la ganadería y la agricultura.
El pasado 7 de octubre, el Departamento del Tesoro de EE.UU. congeló los activos del multimillonario Jaime Rosenthal, su hijo y su sobrino por "lavado de dinero y actividades relacionadas con el narcotráfico", afirma la agencia AFP. También se prohibió a las empresas norteamericanas realizar cualquier tipo de negocios con las compañías del empresario, lo que afectó sobre todo al Banco Continental, del cual es propietario.
A pesar de que la granja de cocodrilos no estaba incluida en las sanciones de EE.UU., se vio afectada debido a la congelación de las cuentas de Rosenthal a través de las cuales se pagaba el salario a los trabajadores y se compraban los alimentos para los animales. "Los cocodrilos y los leones están muriendo de hambre, y nosotros también porque no nos pagan las últimas dos semanas", confesó uno de los trabajadores a los periodistas de AFP que visitaron la granja. "Unos 40 animales ya fallecieron y fueron trasladados en cajas para ser incinerados".
La granja fue creada con el objetivo de obtener ganancias con la venta de carne y la piel de los cocodrilos a EE.UU., como así también para "preservar la especie". Se calcula que la misma disponía de un presupuesto anual de un millón de dólares que cubría los salarios de los empleados y la comida para los animales.