200 millones de estadounidenses sufrirán graves problemas mentales por el cambio climático

Las consecuencias del cambio climático, como el clima extremo, la elevación del nivel del mar o las sequías, provocarán trastornos psicológicos y mentales en la mayoría de los estadounidenses y los médicos no están preparados para atenderlos, según revela un estudio. Entre estos problemas se encuentran la depresión, la ansiedad y el estrés postraumático, que podrían aumentar el número de suicidios, el uso de drogas y los índices de violencia.

Alrededor de 200 millones de estadounidenses sufrirán problemas psicológicos o mentales como consecuencia del cambio climático, según revela un estudio publicado por la organización National Wildlife Foundation. Entre los sectores de población más amenazados se encuentran los menores, los ancianos, la gente que vive en la pobreza y las personas que ya tienen algunos problemas de salud mental, publica Gizmodo.

De acuerdo con este estudio, un 50% de estadounidenses viven en zonas costeras, que se verán afectadas por tormentas y por un aumento del nivel del mar. Además, el 70% de la población padecerá olas de calor y quienes viven próximos al curso de los ríos sufrirán por las inundaciones.

Al presenciar todos estos cambios, muchos ciudadanos sufrirán ansiedad. Lo peor es que no conocerán la verdadera causa de su malestar, con lo cual esa ansiedad aumentará de manera directamente proporcional al aumento de las informaciones sobre las pésimas condiciones meteorológicas.

Por su parte, las personas que se vean obligadas a abandonar sus casas por los desastres naturales sufrirán estrés por desplazamiento, mientras que quienes vivan catástrofes o la muerte de familiares sufrirán de estrés postraumático. Otros, padecerán desesperación y miedo.

Otra consecuencia grave será la ira que acompañará a las crisis migratorias y los conflictos por los recursos que traerá consigo el cambio climático. Finalmente, el Ejército estadounidense espera que el calentamiento global cause guerras en los próximos 30 años.

Ante este panorama, el documento asegura que el sistema de salud de EE.UU. no está preparado para atender a tantos pacientes.