Hace un año, en enero del 2015 la policía de Filipinas detuvo en Manila a Horacio Hernández Herrera, presunto cabecilla del cártel mexicano de Sinaloa, con una carga de cocaína valorada en 12 millones de pesos filipinos o 255.000 de dólares.
Sin embargo, no es la cocaína la droga que ha dominado el mercado en Filipinas en últimos 20 años, sino la metanfetamina, conocida allí como 'shabu', por lo que no sorprende que los cárteles mexicanos hayan llegado a Filipinas buscando su cuota. Un documental de Vice News revela como es el trafico de esta droga en Filipinas.
En general, se estima que 1,7 millones de filipinos usan drogas, lo que mueve unos 1.400 millones de dólares. El secreto de la enorme popularidad de la metanfetamina en Filipinas no solo se debe a su efecto adictivo, sino al hecho de que es muy barata y muy fácil de conseguir.
No son pocos los que quieren sacar tajada de la droga, lo que se traducie en una lucha sangrienta por el control del territorio. De hecho, es la policía la que protege en muchos casos a los narcotraficantes, confiesan algunos de ellos, así como varios agentes entrevistados en el documental. La corrupción vinculada con el narcotráfico empieza desde el nivel de los oficiales de policías y alcanza a jueces y fiscales, denuncia Vice News.
Los cárteles mexicanos tienen rivales muy fuertes, pero todavía están pugnando para establecerse aquí
Además de los grupos narcotraficantes locales, los cárteles chinos han estado tradicionalmente involucrados en el comercio de metanfetamina en Filipinas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte han llegado los mexicanos con el cártel de Sinaloa como máximo o incluso único representante. "Los mexicanos tienen rivales muy fuertes, pero todavía están pugnando por establecerse aquí", confiesan dos narcotraficantes filipinos a Vice News.
Sin embargo, la tendencia que ha percibido la policía filipina apunta a que los cárteles chinos y el cártel mexicano empiezan a ir de la mano en el tráfico drogas en Filipinas, según afirmó un alto cargo de la Policía Nacional filipina en el documental. Esta 'cooperación' se manifiesta en el hecho de que México importa la droga, en la mayoría de los casos tirándola al agua a lo largo de la costa, y China la distribuye.