Una nueva extravagancia del fundador de Apple Steve Jobs acaba de salir a la luz. Según recuerda Arno Gourdol, uno de los directores senior del gigante de software Adobe, mientras todos los empleados de Apple tenían que tener un pase individual para poder pasar las diferentes puertas automáticas de las oficinas de la compañía, Jobs nunca tuvo uno.
Al parecer, el famoso inventor halló un modo mejor de abrir las puertas sin tocarlas, y lo hizo de la forma menos 'moderna' de todas las posibles, ya que en los edificios de Apple Jobs siempre tenía a su lado un acompañante que le abría las puertas por él.
Nadie sabe por qué pero, probablemente, hay alguna lógica en esta excentricidad
"Steve siempre tenía que estar escoltado por todo el territorio del campus [de Apple]. Rechazaba llevar consigo su tarjeta de acceso que le habría permitido abrir las puertas cerradas que separan edificios. Nadie sabe por qué, pero, probablemente, había alguna lógica en esta excentricidad", comenta Gourdol en su publicación en el portal Medium.
Luke Dormehl, periodista y el autor del libro sobre historia de empresa de Jobs 'The Apple Revolution', confirma en el portal Cult of Mac los recuerdos de Gourdol, asegurando que ya había oído muchas historias similares. Según el periodista, un ingeniero de Apple le contó que Jobs simplemente palmeaba la puerta que quería que se abriera y alguien que estaba cerca se aprestaba a hacerlo.
Jobs era la única persona en Apple que podía permitírselo, comenta Dormehl. "No le importaba. Pensaba que las reglas no eran para él", cita el periodista a los colegas del difunto empresario.