Abusos sexuales en colegios católicos: aceptan pagar pero no responsabilizarse
Leslie Turner, de 66 años, recibió en 2014 una indemnización de 17.000 libras esterlinas (cerca de 25.000 dólares) de los Hermanos Cristianos Irlandeses después de denunciar que dos miembros de esta orden católica abusaron sexualmente de él cuando era adolescente y estudiaba en el colegio de St. Aidan, en la ciudad inglesa de Sunderland. Los hechos ocurrieron entre 1961, cuando Turner tenía 12 años, y 1967. Durante seis años fue sometido a abusos sexuales por dos de sus maestros en el colegio.
Turner decidió presentar una demanda contra la orden después de que en 2012 le diagnosticaran un trastorno postraumático retardado causado por el estrés, que los médicos asociaron con sus experiencias escolares. Él mismo calificó ese estado mental de "peor que los propios abusos".
Turner, actualmente maestro de escuela jubilado, ha confesado al periódico 'The Guardian' que se sentía peor cuando los abusos terminaron que cuando tenían lugar. "Intenté hacerme invisible. Nunca se me ocurrió decírselo a nadie. Lo guardé en un armario en mi cabeza y cerré la puerta del armario", ha relatado.
La víctima contó que cuando durante las clases de inglés el hermano Norman Williams le preguntaba la lección, este le metía la mano por debajo de los pantalones cortos y le tocaba los genitales. Si se equivocaba, le pellizcaba. Todo esto ocurría detrás de una mesa de madera, de manera que nadie veía lo que sucedía, aunque posteriormente otros exalumnos de St. Aidan han admitido que fueron víctimas de abusos similares por parte del mismo profesor.
También dijo que cuando tenía 13 años el maestro titular del colegio, el hermano Dennis O'Brien, abusó de él en su despacho. O'Brien le preguntaba si cometía actos o tenía pensamientos impuros, y entonces empezaban los abusos. Según la víctima, como consecuencia de este episodio experimentaba un sentimiento de "gran vergüenza y culpabilidad" cada vez que tenía una erección.
Cuando, después de décadas de silencio, en 2010 Turner denunció los hechos a la Policía, un agente le dijo que ya habían recibido al menos otra denuncia contra Williams y O'Brien por el mismo tipo de delito. También le informó de que los dos hermanos habían muerto en 1977 y 1998, respectivamente.
Los Hermanos Cristianos alcanzaran un acuerdo antes de que el caso llegara a los tribunales. Pero aunque aceptaron pagar una indemnización, la congregación señaló que era incapaz de admitir o desmentir las alegaciones. Insistió también en que no podría asumir la responsabilidad de los abusos sexuales a Turner, puesto que veían "claramente imposible" investigar unos hechos ocurridos entre 1961 y 1967, especialmente teniendo en cuenta que los supuestos abusadores estaban ya muertos.