Después de que el director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., James Clapper, reconociera que los ataques de la Fuerza Aérea rusa contra los terroristas en Siria van a ayudar al Gobierno sirio a mantener el control sobre áreas clave de su territorio, otro alto mando afirmó que la intervención militar rusa en Siria ha cambiado el curso de la guerra que el Gobierno libra contra grupos rebeldes apoyados por EE.UU., lo que aumenta la probabilidad de que el presidente sirio, Bashar al Assad, y sus seguidores permanezcan en el poder.
Estas afirmaciones significarían un reconocimiento por parte de las agencias de espionaje de Estados Unidos de que los ataques aéreos rusos han echado por tierra los objetivos de la administración Obama de presionar la salida de Al Assad como parte de una solución política a los casi cinco años de conflicto.
"El refuerzo de Rusia ha cambiado el cálculo completamente", señaló el teniente general Vincent Stewart, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, durante una intervención ante el Senado estadounidense, según cita 'The Washington Post'.
Stewart aseguró que Al Assad está "en una posición de negociación mucho más fuerte que la que tenía hace solo seis meses".
El Ejército sirio, con la ayuda de la Fuerza Aérea rusa, libera prácticamente a diario nuevos territorios en la provincia de Alepo. Su logro más significativo ha sido cortar las principales vías a través de las cuales los extremistas recibían armamento al reconquistar las ciudades de Nubel y Az Zahra. Durante cuatro años, estas localidades estuvieron controladas por yihadistas, que mantuvieron asediadas a alrededor de 70.000 personas.