Pasajero silencioso y mortal: hallan gases tóxicos en el aire de los aviones, nocivos para la salud

Hasta el momento no existía evidencia científica que pudiera demostrar la posible toxicidad del aire en el interior de los aviones y su papel en el surgimiento de enfermedades.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Gotinga en Alemania, demostró la presencia de sustancias químicas peligrosas, al parecer provenientes de los sistemas de ventilación dentro de las cabinas de los aviones, en muestras de sangre y orina en pasajeros y empleados de aerolíneas. Dado que el aire que se respira en un avión proviene de los motores que, una vez enfriado, se hace circular al interior de la aeronave, los investigadores consideran que tal proceso podría permitir eventualmente que gases producidos por la combustión de aceite o anticongelante entren a la cabina en bajas concentraciones, siendo potencialmente peligrosos a largo plazo para los miembros de la tripulación y viajeros frecuentes.

Según informa el portal de noticias 'The Local', el equipo dirigido por la doctora Astrid Heutelbeck, analizó 140 pacientes que reportaron síntomas producidos por la presencia de organofosforados y compuestos orgánicos volátiles (COV). Los primeros, utilizados para lubricar las partes de metal del motor, tienen un efecto negativo sobre ciertas enzimas del cuerpo humano alterando el sistema nervioso, circulatorio y las vías respiratorias, mientras que los COV, sustancias que se producen por la quema de combustibles, pueden convertirse fácilmente en vapores o gases con alto nivel de toxicidad algunos de ellos, con propiedades cancerígenas.

Pese a que en varias oportunidades se han registrado inconvenientes relacionados con la emisión de gas o humo dentro de las aeronaves, hasta el momento no existía evidencia científica que pudieran demostrar la posible toxicidad del aire y su papel en el desarrollo de procesos patológicos. Por tal motivo, la European Cockpit Association (ECA), que representa a cerca de 40.000 pilotos profesionales, ha hecho un llamado a los fabricantes de aeronaves y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) a encontrar una solución técnica a gran escala, pues en la actualidad el nuevo Boeing 787 Dreamliner es el único que usa tecnología que no requiere extraer el aire del sistema de propulsión del avión evitando la emisión de gases hacia su interior.