Una aislada comunidad aborigen canadiense ha declarado el estado de emergencia después de que 11 de sus 2.000 habitantes hayan tratado de quitarse la vida en la noche del pasado sábado, informa el portal ITV News. Se trata de la localidad de Attawapiskat, situada en el distrito de Kenora (norte de Ontario).
La causa se puede deber a problemas como el hacinamiento, el 'bullying', las adicciones y el impacto de las escuelas residenciales
Según los reportes, 28 personas han tratado de suicidarse en el mes de marzo de este año mientras desde septiembre del año pasado el número asciende a 101, todas ellas con edades comprendidas entre los 11 y los 71 años. Solamente una de ellas, una niña de 13 años, acabó quitándose la vida.
La máxima autoridad de Attawapiskat, Bruce Shisheesh, ha declarado que la causa de la proliferación de esta práctica se puede deber a problemas como el hacinamiento, el 'bullying', las adicciones y el impacto de las escuelas residenciales. "Me gustaría poder saber lo que está pasando. Ojalá pudiera leer sus mentes", afirma.
El Gobierno de Canadá ha enviado a Attawapiskat una unidad de respuesta a la crisis con psicólogos. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha descrito la situación como "desgarradora". "Continuaremos trabajando para mejorar las condiciones de vida los indígenas", publicó en un mensaje en su Twitter.
Los aborígenes de Canadá ascienden a 1,4 millones de personas y constituyen aproximadamente el 4% de la población. Presentan los niveles más altos de pobreza y la esperanza de vida más baja del país. Asimismo, son más susceptibles de ser víctimas de crímenes violentos, sufrir adicciones o ser encarcelados.