Yemen: Un bebé que murió desnutrido se convierte en un icono de una guerra olvidada

"No lloró y no hubo lágrimas", relató la madre de un pequeño yemení que murió por desnutrición a finales de marzo, con tan solo 5 meses de edad. Desde entonces las fotos del bebé moribundo, de nombre Udai Faisal, no salen de las páginas de los medios de información y las redes sociales. Han llegado a ser un símbolo de los males que sufre Yemen a causa de la guerra.

Udai nació después de que su casa natal, en los suburbios de Saná, fuera destruida por un bombardeo de la coalición de países árabes que encabeza Arabia Saudita, aquel mismo día. Toda su breve existencia fue amargada por la guerra y, según indagó el periódico 'The Independent', perdió la vida por sus consecuencias más inminentes: la miseria y el hambre.

Después de unos 20 días de amamantamiento materno se le agotó la leche a la mujer, probablemente a causa de la malnutrición. Desde aquel momento el bebé solo recibía la fórmula láctea siempre que los padres la pudieran conseguir. El resto de los días recibía una solución de azúcar, aunque incluso el agua potable representaba un recurso que no era fácil de conseguir.

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Fue atendido medicamente en un servicio especial para los niños hambrientos de un hospital local durante los últimos días, pero allí no le pudieron salvar la vida.

Actualmente 1.300.000 niños padecen desnutrición en Yemen y corren el riesgo de acabar como Udai, conforme a un informe de World Food Program. Sus padres no eran pobres antes de que se desencadenara el conflicto armado, inducido por la penetración de Al Qaeda y que solo empeoró tras la injerencia de los países vecinos.