Un juzgado de San Lorenzo de El Escorial (Madrid, España) ha reconocido por primera vez que dos cuerpos que se encuentran en el Valle de los Caídos tienen derecho a recibir una sepultura "digna". Esta sentencia sienta un precedente legal y ofrece esperanzas a las personas que luchan por exhumar a sus seres queridos, que fueron enterrados allí sin el consentimiento de sus familiares.
Se trata de los hermanos Manuel y Antonio Ramiro Lapeña, dos víctimas del bando nacional durante la Guerra Civil española, quienes en 1936 fueron fusilados extrajudicialmente y enterrados en una fosa común. 23 años después, durante la dictadura de Francisco Franco, sus restos fueron trasladados sin autorización a ese conjunto monumental.
El abogado de la familia Lapeña, Eduardo Ranz, ha destacado que este paso "es muy importante" porque, "por primera vez, un juez trata como personas a las víctimas del franquismo" y "autoriza u ordena exhumar en el Valle de los Caídos". Tras agotar todos los cauces penales, este fallo judicial ha llegado por la vía civil y no se puede recurrir.
Un símbolo de la dictadura franquista
Este hecho supone que el Valle de los Caídos, símbolo por excelencia de la dictadura franquista, se abrirá a la sociedad casi seis décadas después de su construcción.
El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, ha destacado el hecho de que un juez haya certificado que las familias agraviadas "tienen derecho a sacar" los restos de sus seres queridos, por encima de las "decisiones políticas" que "negaban esa posibilidad”.
La fosa común más grande de España
El Valle de los Caídos está considerada como la fosa común más grande de España. En 1959, el general Francisco Franco ordenó trasladar allí a más de 33.000 personas que murieron en los dos bandos que se enfrentaron durante la Guerra Civil española. En cambio, algunos investigadores estiman que podría alojar a muchos más cadáveres, a pesar de que los libros de registro con los nombres de los sepultados no son de acceso público.
Este es uno de los agravios que han denunciado las asociaciones y familias que se sienten perjudicadas por el trato recibido. Sin embargo, el hecho que más controversia genera es que muchos cadáveres comparten el panteón con su verdugo, ya que Franco también está enterrado allí.
¿Un lugar de reconciliación?
En 2011, una comisión española barajó la opción de asignar al Valle de los Caídos una función diferente. Cinco años más tarde, el informe que elaboró aún no se ha publicado.
El antropólogo social Francisco Ferrándiz, quien formó parte de ese proyecto, equipara el sitio con "una basílica" en la que Hitler, Himmler y otros militares de la Alemania nazi compartieran el lugar con "cenizas de judíos". Ferrándiz realiza esa comparación porque opina que "se vende" como "un lugar de reconciliación", pero posee "toda la parafernalia y simbología nacionalcatólica".