A mediados de 2015, en Colombia se llevó a cabo la primera eutanasia legal en América Latina. Pero el caso no estuvo exento de contradicciones.
La Corte Constitucional había exigido al Congreso que tramite una ley en 1997 y ratificó el derecho a una muerte digna en 2015. Sin embargo, durante casi dos décadas poco se avanzó al respecto.
El año pasado, el Ministerio de Salud estableció unos "lineamientos sugeridos para hacer efectivo el derecho a morir con dignidad en el enfermo en fase terminal". De esta forma Ovidio González, un zapatero retirado de 79 años que padecía cáncer, solicitó acceder a este derecho. En primer lugar los médicos se negaron, pero tras una intensa campaña pública impulsada sobre todo por uno de sus hijos que es un reconocido caricaturista, las autoridades accedieron.
El humor y la solidaridad de la gente son las dos únicas armas con las que puedo pelear en este momento. pic.twitter.com/IMoklvnfjY— matador (@matadoreltiempo) 29 de junio de 2015
El resto del continente
A pesar de esta iniciativa colombiana, en los demás países de América Latina la eutanasia sigue siendo un tema mayoritariamente tabú.
Algunas naciones como Argentina, Brasil y México tienen legislaciones más flexibles. En el caso de EE.UU. desde 2008 existe una normativa para "bien morir" que se aplica para personas desahuciadas que viven en la capital. Allí los pacientes piden dejar de recibir asistencia médica para no prolongar sus vidas. Posteriormente la Ley General de Salud, extendió ese derecho a todo el territorio nacional.
Similar es la situación de Argentina, donde si bien está prohibida la eutanasia, así como el llamado "suicidio asistido", que se castiga como homicidio, desde 2012 está vigente la ley de "muerte digna" que garantiza a los enfermos terminales el derecho a rechazar cirugías, tratamientos médicos o de reanimación para prolongar su vida.
En Brasil, la eutanasia tampoco está permitida. Sin embargo el Consejo Federal de Medicina avala la suspensión del tratamiento o retirada de los equipos que mantengan los órganos en funcionamiento de un paciente desahuciado. También en Uruguay y Chile un paciente puede decidir no recibir un determinado tratamiento de salud en el caso de padecer alguna patología terminal, incurable e irreversible.
El resto de los países incluyen el llamado "homicidio piadoso" en el Código Penal con una pena mitigada (Paraguay, Colombia, Brasil, Perú, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador). O bien contienen disposiciones en sus Códigos de Ética Médica o equivalentes, como es el caso de Bolivia, Ecuador y Venezuela.
En defensa de la eutanasia
En 1980 se fundó en Oxford, Inglaterra, la Federación Mundial de Sociedades por el Derecho a Morir. La primera reunión había tenido lugar en 1976 en Tokio tras la constitución de lo que hoy es la asociación pro Muerte Digna de Japón. Actualmente la Federación reúne a 46 organizaciones miembro provenientes de 27 países.
Según sostienen en sus principios "los individuos deben tener derecho a tomar sus propias decisiones sobre la forma y el momento adecuado de su propia muerte".
Por su parte la doctora en Filosofía del Derecho/Bioética y también Licenciada en Psicología de la Universidad de Buenos Aires, Gisela Farías, explica que para dar el debate sobre la eutanasia hay que centrarse en "el derecho del individuo a la autodeterminación". Pero esto, aclara, debe darse "comprendiendo que la autodeterminación involucra otra cuestión y es que cada ser humano defiende, promueve, ha sido criado, sostiene, diferentes valores, diferentes creencias, diferentes nociones de lo que es la dignidad".
Un histórico precedente
En Países Bajos, uno de los países pioneros en legalizar la eutanasia en 2002, se acaba de realizar el primer suicidio asistido. Es decir, la persona no atravesaba ninguna enfermedad terminal sino que decidió acabar con su vida por otras razones.
Una joven de 20 años pidió a la autoridades del país europeo que aplicaran la eutanasia debido al trastorno por estrés post-traumático, anorexia severa, depresión crónica y alucinaciones que sufría tras haber sido abusada durante diez años.
Los médicos le practicaron la eutanasia con una inyección letal después de que el personal sanitario considerara que los problemas que padecía la joven eran incurables. Pese a que el caso tuvo lugar hace un año, es ahora cuando ha salido a la luz.
Se trata de la primera vez que la eutanasia se aplica a una persona por problemas de tipo psicológico.