En noviembre de 2015 la historia de Aron Anderson ―el "niño más solitario de mundo"― recorrió los medios de comunicación. El chico de 10 años es el único menor de edad entre las 40 personas que habitan la remota isla escocesa Out Skerries.
Por lo tanto, Aron es también el único alumno en la escuela comunitaria de la isla. Según publicó 'The Telegraph', el niño tiene a su disposición dos aulas, una biblioteca y un campo de juegos. Lo que no tiene es alguien con quien jugar: sus mejores amigos son "su perro, algunos patos y rebaños de ovejas".
Aron, que sueña con llegar a ser pescador como su padre, admite que "a veces es muy raro no tener otra persona en la escuela". Sin embargo, el niño señala que le gusta la isla ―ubicada a 621 kilómetros de Edimburgo― ya que tiene posibilidades de explorarla en bicicleta, o disfrutar nadando en el mar en verano.
Después de que su triste historia se diera a conocer por los medios, gente de todo el mundo ha decidido expresar su apoyo al niño por medio de cartas y regalos. En Navidad, Aron recibió más de 9.000 mensajes y desde entonces la correspondencia no ha cesado.
Personas de Italia, Hungría, Canadá, Estados Unidos y Rusia, entre otros, le escriben cartas a Aron que llegan a la isla tres veces a la semana en un ferri, lo que seguramente le quita la sensación de estar tan solo.
'The Telegraph' explica que hasta hace unos años la escuela era frecuentada por otros cuatro alumnos. Sin embargo, la disminución de la población de la isla después del cierre de una 'granja' de salmón y la necesidad de los demás niños de proseguir sus estudios en la escuela secundaria que se ubica en otra isla convirtieron a Aron en el "niño más solitario del mundo".
Las inesperadas muestras de cariño que recibe el niño más solitario del mundo https://t.co/86PBzjcatcpic.twitter.com/TOXm27OJ9g— El Dínamo (@el_dinamo) June 2, 2016