"Material fungible": cada año mueren 200 japoneses en el trabajo por estrés o agotamiento
En Japón unas 200 personas mueren al año en su lugar de trabajo debido al estrés o al agotamiento, según estudios. Entre las causas destacan los paros cardíacos o el suicidio.
Las grandes compañías se aprovechan de sus empleados
El alto nivel de dedicación al trabajo de los japoneses se combina con el aprovechamiento excesivo que las grandes compañías hacen de sus empleados. Este aprovechamiento está favorecido por los últimos cambios en la legislación laboral del país asiático.
El contrato laboral en Japón normalmente no impide que el empleador cambie al trabajador de puesto, asignándole cualquier tarea imaginable. Esta situación genera temor entre la masa laboral, que intenta dar la mejor imagen posible ante los jefes. Las largas horas en la oficina, el gran volumen de trabajo y el miedo a perder el puesto son factores que solo empeoran la situación.
Contratos temporales con salarios más bajos y sin garantías
Con la globalización aparecieron empresas, digamos negras, que tratan a los empleados como material fungible.
"La globalización de la industria causa cambios, las compañías ahorran en fuerza laboral y ha aparecido algo que antes no existía: los contratos temporales. Los salarios que ofrecen son menores, no tienen garantías. Hoy en día en Japón el 40% de los jóvenes se ven obligados a dedicarse al empleo no permanente", explica Akio Doteuchi, investigador principal del Instituto de Investigación NLI en Japón.
En múltiples ocasiones el trabajo se extiende mucho más allá del horario laboral. Salir de la oficina antes que el jefe está mal visto, mientras que todos se esfuerzan no por una promoción sino por el bien del colectivo.
"En Japón uno pone los intereses de la compañía por encima de los propios"
Masaomi Iyo, presidente del departamento de psiquiatría de la Universidad de Chiba, señala que "en Japón prevalece el trabajo colectivo, por eso uno pone los intereses de la compañía por encima de los propios. Por eso aumenta la responsabilidad que sienten los miembros de este colectivo". Esta mística la aprovechan las grandes multinacionales y en ocasiones las compañías japonesas.
"Los empleados siguen pensando en la compañía como en una familia"
"Con la globalización aparecieron empresas, digamos negras, que tratan a los empleados como material fungible. Los empleados se esfuerzan porque siguen pensando en la compañía como en una familia, llegando al agotamiento extremo", señala Chinguís Tugútov, especialista en estudios japoneses de la Universidad de Chuo, en Tokio.
Todo esto afecta la salud de los empleados, que se abstienen de tomar vacaciones o pedir una baja. La situación es aún más crítica en las grandes ciudades, especialmente en la capital, Tokio.
Ante este problema, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, propuso implementar las vacaciones obligatorias, una oferta que hasta el momento ha pasado desapercibida, pues el descanso es un concepto que queda fuera del entendimiento del pueblo japonés, a pesar del peligro que conlleva trabajar en exceso.