La agencia Ruptly ha filmado a vista de pájaro el Fuerte Alejandro I, una fortificación que parece emerger de las aguas del golfo de Finlandia a 30 kilómetros de San Petersburgo mar Báltico adentro. La construcción sirvió tanto como estructura para proteger a la entonces capital de Rusia como de laboratorio de investigación de la peste y otras enfermedades.
Fuerte Alejandro I fue construido entre 1838 y 1845, durante el Imperio ruso, con el fin de defender San Petersburgo. En su interior se instalaron 103 cañones, aunque esta isla artificial nunca fue escenario de ninguna batalla real.
Entre 1899 y 1917 Fuerte Alejandro I fue utilizado como laboratorio donde se estudiaba la peste y la manera de curarla, una circunstancia que le valió al lugar el nombre alternativo de Fuerte de la Peste. Como conejillos de indias se utilizaban caballos, y algunos de los científicos que trabajaban en este peculiar centro científico contrajeron la peste bubónica y neumonía mientras buscaban la vacuna para curar la enfermedad letal.