Hace poco saltaba a los medios de comunicación la alarma por el caso de consumo de Krokodil registrado en España. En este mismo medio, sin embargo, pudimos comprobar que aunque sus efectos son devastadores y se trata de una droga espectacularmente destructiva, no constituye una amenaza real para salud pública en España: se trataba de un caso aislado y hasta ahora no consta que haya habido otros.
En España, sin embargo, hay otras nuevas drogas circulando que han calado más en la sociedad, y amenazan con crear su propio patrón de consumo, constituyendo un problema más grave, o al menos más real, que el del 'krokodil'.
Energy Control es un proyecto que se define como "un colectivo de personas que, consumidoras o no, nos sentimos preocupadas por el uso de drogas que se da en los espacios de fiesta y en la sociedad" y llevan varios años "ofreciendo información, asesoramiento y formación sobre drogas con el fin de disminuir los riesgos de su consumo", según explican en su propio sitio web. Una de las muchas actividades que llevan a acabo consiste en "un Servicio de Análisis que permite detectar múltiples sustancias de manera precisa, con el objetivo de que dichos usuarios puedan saber la composición exacta de las sustancias que han decidido consumir".
Para ello reciben muestras que los consumidores les envían por correo o incluso montan un stand en los recintos de los festivales de música y otros lugares de consumo habitual, para ponerse a disposición de los consumidores. Como ellos mismos señalan, este servicio permite además "la monitorización constante del mercado ilegal de drogas y la comunicación de alertas a consumidores ante la detección de incidencias que puedan suponer riesgos para su salud".
El 2CB, también llamado 'Nexus', ha aparecido hace pocos años como una especie de droga de élite, porque es muy cara. Nos llegaban muestras de polvo rosado o morado, y las dosis tenían un precio altísimo
Por eso hemos querido hablar con Mireia Ventura, responsable de este Servicio de Análisis de Energy Control. Le hemos preguntado cuáles son las drogas que más se consumen recreativamente en España, y nos aclara de "aparte del alcohol y el cannabis, la droga que más se consume es la cocaína, y después las drogas de síntesis. Entre ellas las más comunes son el MDMA, llamado éxtasis, y el 'speed', que es anfetamina". Sin embargo hay novedades interesantes desde los últimos años. La ketamina también se viene usando desde hace tiempo, y últimamente han irrumpido en el mercado algunas nuevas substancias: "El 2CB ('tucibí'), también llamado 'Nexus' -nos explica Mireia-, ha aparecido hace pocos años como una especie de droga de élite, porque es muy cara. Nos llegaban muestras de polvo rosado o morado, y las dosis tenían un precio altísimo. Sin embargo hay que tener mucho cuidado, porque tras el análisis, nos dábamos cuenta de que en muchas ocasiones se trataba simplemente de ketamina coloreada, vendida así para aumentar su precio. Y por supuesto, los efectos de la ketamina no tienen nada que ver con los del 2CB".
En efecto, el 2CB produce unos efectos psicodélicos parecidos a los del LSD y ciertos efectos estimulantes parecidos a los del MDMA o éxtasis. Sin embargo nos es tan fuerte como ninguna de estas dos substancias por separado. La ketamina, en cambio, es una droga disociativa con potencial alucinatorio, que produce efectos sedantes y anestésicos, alteración de la percepción del espacio y el tiempo, así como de las funciones motoras, y sensación de separación del entorno y de uno mismo.
Hacer pasar una droga por otra, según Mireia Ventura, es una práctica habitual en el mercado negro. "En 2009 hubo una gran escasez de éxtasis en toda Europa. Entonces se empezó a vender 2CB como falso éxtasis. Y ahora ocurre al revés: la gente intenta comprar 2CB, pero como no hay mucho, se les vende otra substancia".
El peligro de las nuevas substancias y la falta de información
El fenómeno más preocupante con respecto a esto, según Mireia Ventura, es "el intento de vender drogas nuevas, algunas muy potentes, como si fueran drogas ilegales clásicas. Es el caso del 25I-NBOMe, o del Alfa -PVP, también llamada la 'Flakka', por ejemplo, una substancia estimulante muy potente, activa desde dosis muy pequeñas, que se vende como falso éxtasis, y en esos casos hay muchísimo riesgo de sobredosis. Este fenómeno ha ido creciendo desde 2009 hasta nuestros días y nos parece muy preocupante, porque la gente ya no sabe lo que tiene entre manos. Ya no estamos hablando de los adulterantes más o menos leves, sino de drogas muy nuevas, sobre las que aún no hay estudios ni información suficiente".
Las drogas mencionadas no son, desde luego, muy conocidas. El Alfa PVP o 'Flakka', "es la prima hermana de la mal llamada droga caníbal, el MDPV", nos explica Mireia. Es un euforizante muy potente que se presenta como un polvo blanco o marrón, que puede ingerirse o esnifarse. Una vez asimilado en el organismo, crea la sensación de tener mucha energía, mucha motivación, y aumenta el estado de alerta, la productividad y la creatividad.
Por su parte, el 25I-NBOMe produce efectos muy diferentes: aumento de las percepciones visuales, euforia, empatía y sentimientos de amor; aumento del tacto, erotismo y pensamientos sexuales; incremento de la creatividad y la asociación de ideas; y experiencias de carácter espiritual: paz interior o introspección. Se presenta mayoritariamente en papel secante, como el LSD.
Si se reduce la oferta pero la demanda es la misma, los laboratorios clandestinos inventan nuevas substancias
"El problema es el de siempre -advierte Mireia-. Se van fiscalizando substancias, se van controlando y disminuye su presencia en el mercado, pero el interés de la gente en consumirlas no disminuye, ese interés nunca para. Si se reduce la oferta pero la demanda es la misma, los laboratorios clandestinos inventan nuevas substancias. Algunas de ellas están inventadas por la industria farmacéutica y lo único que hay que hacer es sintetizarlas y ponerlas en el mercado".
David Romero