Las autoridades del estado de Georgia (Estados Unidos) han ejecutado a John Connor, que pasó 34 años esperando a que se cumpliese su sentencia. Connor fue condenado por el asesinato de su amigo J. T. White, al que golpeó hasta la muerte en enero de 1982 durante una discusión tras una noche llena de alcohol y marihuana.
A Connor, de 60 años, se le ha realizado una inyección letal con pentobarbital en la prisión estatal de Jackson este viernes, según ha informado ABC News.
Es el sexto preso ejecutado en Georgia en lo que va de año. Este estado es el que más ejecuciones ha realizado desde que la pena de muerte fue reinstaurada en 1976. Desde entonces, las autoridades regionales han ejecutado a 66 personas.
Los letrados de Connor insistieron en que se anulara la pena de muerte dado que su cliente estaba mentalmente discapacitado.