El pintor neerlandés Vincent van Gogh regaló su famosa oreja a una mujer hija de un granjero que trabajaba en un burdel. Se llamada Gabrielle Berlatier. Es el fin de un enigma que se ha prolongado 130 años, reporta 'The Art Newspaper'.
El libro de Bernadette Murphy 'La oreja de Van Gogh: La verdadera historia' ayudó a descubrir el secreto. Murphy escribió en él que prometía a los descendientes de Gabrielle no revelar el apellido de la mujer.
Después de un profundo estudio de archivos y del propio libro, los periodistas de 'The Art Newspaper' hallaron el nombre de la joven en los registros del Instituto Pasteur de París, donde Gabrielle fue curada de rabia.
Según los registros médicos del Instituto, Gabrielle Barlatier, de 18 años de edad, vivía en Mas de Faravelle en Moulès, una localidad situada a 10 kilómetros al este de Arles, en la Provenza. El 8 enero de 1888 el perro de un granjero llamado Moreau le mordió su mano izquierda. El libro de Murphy asegura que Gabrielle sufría dolores por haber sido cauterizada su herida con un hierro candente, el cual le dejó una cicatriz. La joven fue trasladada rápidamente a París, donde fue curada con una vacuna contra la rabia y pudo salvar la vida.