Su situación privilegia en el sur de España, con playa y sol garantizados, el ambiente durante los meses de verano y la fiesta nocturna, han convertido a Tarifa (Cádiz) en uno de los destinos favoritos de las despedidas de soltero.
Sin embargo, 34 denuncias y actuaciones de la Policía Local solo en el mes de julio por alteraciones y escándalos en la vía pública, han llevado al Ayuntamiento de esta localidad, de apenas 20.000 habitantes, a anunciar "medidas contundentes contra las despedidas de soltero incívicas" que han llegado a generar "daños en el mobiliario urbano, bienes particulares depositados en la vía pública o molestias generales en el vecindario local".
Alteraciones y escándalos en la vía pública
Disfraces indecorosos u ofensivos, gritos durante la noche a través de megáfonos y borracheras sin límite en las calles, son algunas de las características de estas despedidas de soltero a las que el Ayuntamiento quiere poner fin.
Según ha indicado el consistorio en un comunicado, desde el pasado fin de semana la Policía Local viene actuando en este sentido efectuando intervenciones y denuncias en virtud de la ordenanza de Convivencia Ciudadana o regulaciones supramunicipales como la ley de protección ciudadana.
En este sentido, Francisco Ruiz, alcalde de la localidad, ha señalado que "Tarifa es un escenario abierto a la celebración de fechas o eventos por parte de grupos", por lo que "estas medidas no tienen como destinatario esa realidad". Por el contrario, "van encaminadas a evitar las actitudes y conductas incívicas de algunos que vociferan en plena vía pública, alteran el descanso o generan daños que perjudican a todos".
La colaboración del sector empresarial
Para ello, el consistorio ha pedido la colaboración de los empresarios, entre los que no hay un consenso claro sobre las medidas que impulsará el ayuntamiento. Para algunos, poner límites a estas celebraciones protege la imagen turística de Tarifa y, por tanto, a otro tipo de clientes, y para otros las medidas pueden conllevar perdidas importantes en sus negocios.
"Se trata de un problema generalizado en muchos municipios, y no se pueden tolerar las conductas incívicas cometidas al amparo de un grupo de celebración. Esto va en detrimento no solo de la imagen turística sino principalmente en contra del derecho al descanso y la normalidad que nos asiste a todos", ha afirmado Sebastián Galindo, responsable de Turismo del consistorio.
El gobierno local incide así en la necesidad de conciliar el atractivo del ocio nocturno con el respeto a las normas básicas de convivencia. Tarifa se suma a otras ciudades españolas que han decidido poner límites a esta forma de turismo: Madrid, Logroño, Mojácar (Almería), Granada o Conil (Cádiz) ya han planificado diferentes medidas para una forma de diversión bastante difícil de evitar.