El incidente ha sido revelado por la policía local de Dundee, sur de Michigan (EE.UU.), donde ocurrió el incidente.
Ante el hallazgo, el abuelo, que compró la comida de Burger King para su nieto, llamó a la policía, que tras realizar una investigación, identificó a un empleado del restaurante de la comida rápida como presunto responsable.
El joven, de 23 años, admitió haber puesto la pipa dentro de la caja para esconderla mientras trabajaba, pero dijo que no era su intención dársela a ningún cliente.
Además de al sospechoso, la policía también arrestó a otros dos compañeros, de 18 y 20 años de edad, despúes de encontrar hachís en su vehículo.
Los tres fueron citados por un juez a la espera de que se presenten contra ellos cargos formales por posesión de drogas.