El abismo entre ricos y pobres salta a la vista en Miami, en cuyas calles duermen centenares de personas sin techo. Debido a los precios desorbitados de las viviendas, muchas familias humildes no pueden permitirse ni el hogar más sencillo. Por si esto fuera poco, la ciudad se está planteando encarcelar a estas personas por realizar ciertas actividades en público.
Sarnoff y sus aliados de la comisión han contratado a un bufete de abogados para tratar de modificar el acuerdo de 1998, cuando los agentes del orden recibieron instrucciones de no detener a las personas sin hogar que dormían en los bancos de los parques o que comían en las aceras. Ahora lo que propone el presidente de la Comisión de la Ciudad de Miami es revocar este acuerdo y arrestar a cualquier persona que bloquee una acera, prepare comida en un espacio público usando fuego, eche basura a la calle, orine o defeque en público.
Sarnoff sostiene que las personas sin hogar en el centro de este distrito de negocios son "un problema crónico" y que la policía poco puede hacer para castigar a las personas ‘sin techo’ que orinan en la calle o cocina en parques públicos.
“El problema radica en que este remedio es más costoso que los remedios correctos, que las soluciones justas, porque arrestar a un ciudadano en el condado de Miami-Dade le cuesta al contribuyente 3.800 dólares por arresto”, afirma Eladio José Armesto, vicedecano del colegio de periodistas cubano-americanos. Según él, ese dinero podría emplearse mejor en ayudar a estas personas a encontrar empleo.
En el estado de Florida existen fuertes restricciones, al igual que en la localidad de Fort Lauderdale, al norte de Miami, donde está prohibido no solo dar dinero a la gente que lo pide, sino también darles comida.