En un principio, los niños se negaron a probar las patatas y soja con curri que les dieron a la hora del almuerzo porque tenía un aspecto extraño y olía diferente, indicó la pesquisa. Sin embargo, la directora del centro "los regañó y los obligó a comerlo".
Además, el estudio indicó que la mujer no ayudó a socorrer a los pequeños cuando empezaron a encontrarse mal.
"La hora y media o dos horas que se perdieron podrían haber resultado cruciales", apuntó la investigación. "Si los niños hubieran sido llevados de manera inmediata al hospital, algunas vidas se habrían salvado", agregó.
Los resultados de la autopsia realizada a los menores fallecidos confirmó la presencia de organofósforo, una sustancia química empleada como insecticida, en el curri que consumieron y que formaba parte del almuerzo diario gratuito que ofrece el Gobierno a unos 120 millones de niños en toda la India.
De acuerdo con el director adjunto de la Policía de Patna, capital del estado, todavía queda por esclarecer cómo pudo mezclarse ese componente químico "altamente tóxico" con el aceite empleado para cocinar en una escuela pública.
La directora de la escuela donde sucedió el incidente se encuentra en paradero desconocido. La Policía local ha emitido una orden de busca y captura contra ella después de que las cocineras asegurasen que fueron obligadas a utilizar el aceite a pesar de su "mal olor".