A este tema el investigador le ha dedicado el libro '¿Por qué el ateísmo reemplazará a la religión?'. Asegura que este trabajo se basa en un estudio realizado en 137 países que se publicará en agosto.
'Los ateos son más bien personas con formación superior, urbanos, altamente concentrados en los Estados social-demócratas de Europa", precisa Barber. "De tal modo, el ateísmo crece en las condiciones de bienestar, cuando la mayoría de la gente se siente económicamente segura". En opinión del autor, "cuando uno no tiene necesidades materiales, le resultan menos necesarias las creencias sobrenaturales".
Mientras que el polítologo Eric Kaufmann afirma lo contrario. En su libro '¿Heredarán los fieles la Tierra?' argumenta con la estadística demográfica el hecho de que en las próximas décadas el número de creyentes va a aumentar. La postura mantenida en el prólogo es que "cuanto más religiosas son las personas, independientemente de sus ingresos, fe o educación, más hijos tienen. El efecto conjunto de la inmigración y de la fertilidad religiosa va a revertir el proceso de la secularización en Occidente".
La teoría de este último investigador coincide con los datos publicados por los especialistas de la compañía de sondeos WIN-Gallup International. Según sus últimos datos, basados en una encuesta realizada a 50.000 personas de 57 países de los cinco continentes, tan solo el 13% de los encuestados se identificaron como ateos.