Un portavoz del Departamento de Transporte del Reino Unido expresó a la revista 'Stuff' que su ente está preocupado por la distracción que el accesorio supondría para los conductores, y ha mantenido conversaciones con la Policía para evitar su uso en las carreteras.
"Somos conscientes de la inminente salida a la venta de las Google Glass y estamos en contacto con la Policía para asegurarnos de que los ciudadanos no usen estos dispositivos mientras conducen. Es importante que los conductores presten toda su atención a la carretera cuando estén al volante y no hagan nada que les obligue a dejar de mirar lo que sucede en la vía", explicó.
De acuerdo con el portavoz, existen bastantes leyes que penalizan a los conductores que no prestan la debida atención a la carretera, y la conducción temeraria se convertirá en un delito castigado con multa a finales de este año. Desde que en 2003 se introdujera la prohibición del uso de teléfonos celulares durante la conducción, más de un millón de conductores han sido castigados con una multa de 60 libras (unos 91 dólares) y la eliminación de tres puntos en su licencia de conducir.
La noticia sobre la prohibición obviamente no gustará a los desarrolladores de las Google Glass, que ya han explorado aplicaciones para el dispositivo relacionadas con los automóviles, como GlassTesla, que les permite a los conductores controlar diversos aspectos del vehículo como el aire acondicionado, el kilometraje y las direcciones, entre otras.
El Reino Unido no es el primero en pronunciarse en contra de las Google Glass, que ya tienen más de un enemigo. Han sido declaradas 'invento non grato' en cafés y locales para adultos. Además, suscitan preocupaciones por la falta de privacidad que conllevaría la proliferación de las ya famosas lentes de realidad aumentada, así como sospechas de que podrían ser una presa fácil para los 'hackers', lo que se añade al temor de algunos expertos a los peligros para la salud que podría comportar su uso.