En el primer caso, las mujeres, Angel Dobbs y su sobrina, Ashley, lograron ser escuchadas por el juez. La agente de la Policía que las cacheó fue acusada de dos cargos de asalto sexual y resultó despedida. Mientras tanto, el oficial fue acusado de un cargo de robo: el juez le declaró culpable de robar un frasco de Vicodin del bolso de Angel. El agente fue suspendido temporalmente de su trabajo en espera de una investigación interna. Finalmente, la familia Dobbs obtuvo 184.000 dólares como compensación.
En el segundo caso, los policías cachearon a una mujer que estaba en bañador, que regresaba de la playa junto con su amiga. "Básicamente, las violaron junto a la carretera", dijo el abogado de las chicas, Allie Booker al diario 'The New York Daily News'. Según dijo al rotativo, la agente fue despedida, mientras que el hombre fue suspendido en espera de una revisión administrativa.
Booker dice que hay muchos casos parecidos en las carreteras de EE.UU. "Mucha gente tiene miedo a denunciar.
Pero las personas nos están contactando. Ellos dicen 'bueno, eso también me pasó a mí' y actuaremos", explica Booker.
Hechos parecidos fueron registrados en Florida. También se ha informado de que en Milwaukee ocho policías habían realizado búsquedas en los genitales a varios sospechosos detenidos sin la autorización legal para hacerlo.
Los abogados y defensores de los derechos civiles insisten en que las búsquedas "no solamente son asquerosas, sino también contradicen a la Constitución" de EE.UU.