En la grabación se ve a un policía agarrar el brazo a una chica que iba andando tranquilamente por el pasillo del centro. La adolescente se dio la vuelta y trató de liberarse golpeando al agente con el otro brazo. En respuesta, el hombre le dio un puñetazo en la cabeza, aparentemente con todas sus fuerzas. Momentos después, aparecieron otros policías que parecen reducir a la joven tirándola al suelo.
"Actúan sin tener en cuenta el estado mental" de los pacientes y, en cualquier caso, "golpear a un menor en la cara […], no es otra cosa que un uso excesivo de la fuerza", dijo el abogado de oficio Gordon Weekes a la cadena CBS.
La investigación de este incidente, ocurrido en abril de 2013, todavía está en marcha. De hecho, los defensores de derechos civiles del condado de Broward, al que pertenece Pembroke Pines, denuncian que en el centro se usan de forma sistemática unos métodos de tratamiento inapropiados. Por ejemplo, el personal a veces ata a los pacientes a la cama y les suministra calmantes para tranquilizarlos, aunque no está autorizado a hacerlo.