El adolescente, Daniel Ihekina, logró burlar la seguridad del aeropuerto con el fin de encontrar un lugar en el tren de aterrizaje del avión.
A pesar de la posible presencia del niño, los pilotos optaron por continuar con el despegue. El vuelo continuó como estaba previsto y el adolescente sobrevivió al vuelo de media hora, supuestamente por la corta duración del trayecto y la altitud de vuelo inferior a los 7.620 metros.
Finalmente, Ihekina abandonó el avión en la ciudad de Lagos, la capital comercial de Nigeria, donde fue detenido e interrogado.
Yakubu Dati, un portavoz de la Autoridad Federal aeroportuaria de Nigeria, sugirió que Arik Air deberá responder por no actuar antes del despegue del aparato.
En la mayoría de los casos, polizones como Ihekina no sobreviven al vuelo. En julio pasado un hombre cayó del avión de Air France que realizaba la maniobra de aterrizaje en la capital de Níger, Niamey. Encontraron
marcas de sangre en el ala izquierda de la aeronave Airbus A330 que cubría el vuelo Ouagadougou-París con escala en Niamey. Los representantes de Air France supusieron que el polizón se escondió en el tren de aterrizaje del avión.