Los hechos tuvieron lugar en la localidad de Bernal, en la provincia de Buenos Aires, donde residía Pabla Cesarina Monzón Aldana que obligaba a su hija a trabajar para conseguir un dinero extra que ayudara a mantener al resto de la familia, compuesta por el padre enfermo y tres hijos más.
La situación familiar llevó a Pabla Cesarina a aceptar la propuesta de un vecino de cambiarle a la niña por un congelador, entre otras mercancías.
El pasado jueves la policía allanó el taller en el que la muchacha y otros menores eran explotados, entre ellos cinco adolescentes de nacionalidad paraguaya de entre 14 y 17 años.