Betty es viuda desde hace 12 años y vive con su hijo, de 23 años de edad.
Déjenme disfrutar de los productos de mi sudor
La mujer afirma que ha decidido que es mejor "casarse con su hijo ", porque ella no quiere casarse con los jóvenes hermanos de su difunto marido, quienes, asegura, están abusando de ella.
La mujer expresó que después de gastar grandes sumas de dinero en enviar a Farai a la escuela, tras la muerte de su marido, ella sintió que ninguna otra mujer tenía derecho a quedarse con su hijo.
"Déjenme disfrutar de los productos de mi sudor", dijo ante un tribunal de la aldea.
Por su parte, el cacique local, Nathan Muputirwa, señaló: "No podemos permitir que esto suceda en nuestro pueblo (…) En el pasado, habría sido ajusticiada, pero no lo podemos hacerlo hoy por el miedo a la Policía".