Es como si estuvieras vendiendo un coche usado
Ana fue adoptada en Rusia y llegó a EE.UU. en 2002, cuando tenía 7 años de edad. Sus padres no pudieron con ella y la tomó bajo custodia otro matrimonio. Sin embargo, esta nueva familia no tardó en sospechar que la pareja que les había entregado a la niña no les confesó algunos detalles sobre su estado emocional y problemas de conducta.
"No es una buena analogía, pero es como si estuvieras vendiendo un coche usado. Si dices a tu cliente potencial que se rompe a diario, nadie lo va a comprar", explicó a Reuters el segundo padre adoptivo de Ana, Gary Barnes.
Porfa, os ruego, me pondré de rodillasGary detalló que su esposa Lisa y él pasaron el primer año intentando resolver el problema. Pero las consultas de especialistas resultaron un gasto insoportable para el matrimonio y un programa local para niños difíciles les comentó que Ana no podía ser una candidata para participar.
Quisieron devolver a la chica al estado (concretamente a las autoridades de Texas donde residen), pero descubrieron que en este caso les calificarían de "padres no aptos" y tendrían que pagar el mantenimiento de la menor hasta que cumpliera los 18 años. Para solucionar el problema, colgaron un anuncio 'online'. Poco después los Barnes, Ana -ya de 13 años de edad- y sus nuevos padres, Nicole Eason y su esposo Calvin, comían juntos en un restaurante local. "No podía dejar de llorar. Todo el rato les decía: porfa, no me mandéis con ellos, porfa, os lo ruego, me pondré de rodillas", recuerda Ana, ahora de 18 años de edad.
Súbete al auto y no mires atrásEn un 'e-mail' que Lisa mandó a Nicole poco después de la entrega, le confesó: "Cuando nos fuimos Gary dijo: '¿pero qué hacemos?' Y le dije: 'súbete al auto y no mires atrás' (…). Espero que ella está bien".
Cuando Ana llegó a su nueva casa, vio el suelo cubierto con charcos de orina y heces porque habían dejado solos a dos cachorros. No tenía una cama para ella sola: la primera noche durmió al lado de Nicole que estaba desnuda y la segunda le dijeron que se tumbara entre Nicole y Calvin. "Estuve tumbada entre ellos dos, pero decidí que eso era muy raro", comenta Ana. Se escapó del dormitorio y desde entonces durmió en un sofá.
Un tiempo después Gary Barnes empezó a sospechar que Ana no estaba a salvo con los Eason y la recuperó. Es más: formuló una denuncia contra la pareja ante el estado de Texas. Pero no funcionó: ni Texas ni Illinois, el estado donde en aquel momento residían los Eason, movieron ficha en su contra. Tampoco hicieron algo para prevenir que acogieran a más niños. Ello a pesar de que hace años los servicios sociales le habían quitado a Nicole la custodia de sus dos hijos biológicos y se le murió uno de los niños de unos amigos que ella cuidaba. Uno de los informes decía que tenía "problemas sicológicos severos" y "tendencias violentas". Su pareja previa a Calvin, Randy Winslow, fue condenado por pornografía infantil.
Ana no fue la única que pasó por las manos de los Eason. En total, a lo largo de su 'pesca online', Nicole cuidó en diferentes períodos de tiempo a otros cinco niños que obtuvo gracias a intercambios clandestinos: otro ruso, Dmitri; un niño guatemalteco, una adolecente de Liberia, un niño afroamericano y una niña de cuyo origen ni se acuerda bien.
Entre finales de los 90 y la actualidad los ciudadanos de EE.UU. han adoptado un total de 250.000 menores en el extranjero. Su destino posterior nunca fue estudiado sistemáticamente.