El periódico ruso 'Komsomólskaya Pravda' publicó una historia de un cliente moroso de la ciudad rusa de Ekaterimburgo que fue de víctima de la campaña del banco Tinkoff.
Viacheslav Abramchukov, de 25 años, pidió un préstamo y lo pagó regularmente durante un año y medio. Pero debido a los altos intereses del banco dejó de pagar. Seis meses después, recibió una carta de la entidad que rezaba: "¿No ves la salida? El banco está dispuesto a ofrecerte una solución al problema", y contenía una imagen que mostraba una escena de suicidio.
En el reverso de la postal, no obstante, el banco indica su número de teléfono e invita a que llamen para averiguar qué se puede hacer para resolver la situación.
Sin embargo, según contó Abramchukov al diario, cuando llamó al banco al número indicado en la carta, tuvo que hablar con muchos consultores antes de hacer la pregunta que más le importaba: ¿por qué motivo envían estas postales a la gente? Una empleada del banco le respondió cortésmente: "Las enviamos a todos los clientes morosos".
El propio banco, por su parte, comentó a 'Komsomólskaya Pravda' que "esta imagen es una prueba de uno de los formatos del trabajo con los clientes que no pagan deliberadamente y tampoco quieren ponerse en contacto con la institución financiera". Según un representante de Tinkoff, enviando esas postales el banco quiere decir que tener una deuda no es un problema grave y que no hace falta suicidarse, sino que se puede reestructurar la cantidad adeudada con la ayuda de los empleados del banco.
Dichas explicaciones, no obstante, no parecen haber convencido a Viacheslav, que ha presentado a la Policía de Ekaterimburgo una denuncia contra el banco por incitación al suicidio.