Según las autoridades municipales, el parque incluirá un área delimitada de unos 280 kilómetros cuadrados. En esta zona se podrán observar en su hábitat natural varias especies de delfines y de pequeñas ballenas. Asimismo, los interesados tendrán incluso la oportunidad de nadar con los cetáceos.
Los impulsores del proyecto aseguran que el parque se abrirá dentro de cinco años, y esperan que atraiga al pueblo a unos 300.000 turistas anualmente.
Los habitantes de Taiji, situado en el sur de la isla de Honshu, se dedican desde tiempo inmemoriales a la caza de delfines. De abril a octubre acorralan a los mamíferos marinos en una bahía de la que no pueden salir. Entonces capturan vivos a los mejores ejemplares, que se mandan a delfinarios y parques acuáticos, mientras que el resto son sacrificados para consumir su carne.
Esta masacre de cetáceos organizada con el fin de comer su carne es motivo de indignación en todo el mundo. Sin embargo, los japoneses se defienden alegando que la carne de delfines y ballenas es una parte importante de su dieta desde hace siglos.