La protagonista de esta historia es la joven filipina Jeane Napoles, de 23 años, que vive en EE.UU. y cuya madre, Janet Napoles, está siendo investigada como parte del mayor caso de fraude en la historia de Filipinas.
La chica publicaba con frecuencia fotos de su vida lujosa, en las que aparecía luciendo vestidos de diseño, zapatos con joyas incrustadas y coches deportivos, provocando con ello no solo la ira de sus compatriotas —un tercio de la población filipina vive en la pobreza— sino el interés del Buró de Impuestos Internos.
"Leemos los periódicos, seguimos Internet, y es ahí donde supimos de ella", dijo Kim Henares, jefa del Buró en Filipinas, subrayando que Jeane Napoles no había pagado impuestos desde 2008. Solo en los dos últimos dos años el monto escamoteado a Hacienda asciende a 744.000 de dólares.
"Siempre hemos dicho que no hay nada malo en ser rico, mientras pague sus impuestos", expresó la funcionaria agregando que, "ya sea por su culpa o culpa de su madre, alguien va a ir a la cárcel".