Según el informe de Ars Technica, los investigadores de seguridad Kevin Young y John Dustin utilizaron los libros del Proyecto Gutenberg para crear una enorme base de datos de palabras y de frases para ayudar a descifrar contraseñas.
Recurriendo a la Biblia, a muchos otros libros y a Wikipedia, y probando luego sus datos en 344.000 contraseñas filtradas de la firma de inteligencia Stratfor en 2011, la pareja obtuvo un gran éxito.
Con este método revelaron una serie de contraseñas que antes no podían ser descubiertas como: "Am i ever gonna see your face again?" (36 simbolos), "in the beginning was the word" (29), "from genesis to revelations" (26), "I can’t remember anything" (24), "thereisnofatebutwhatwemake" (26), "givemelibertyorgivemedeath" (26), and "eastofthesunwestofthemoon" (25).
Además de la Biblia, las contraseñas fueron descifradas sobre la base de YouTube, Twitter y otras fuentes ricas en datos para agregar profundidad y complejidad en las técnicas de descifrado de contraseñas.