El Centro de Recursos de Evaluación de la Policía (Parc), una organización sin fines de lucro de Los Ángeles que aboga por "una policial eficaz y responsable", ha constatado un considerable aumento del número de personas de minorías raciales mordidas por perros de la Policía de Los Ángeles desde 2004.
Los datos también ponen de manifiesto que en los primeros seis meses de este año todas las víctimas por mordedura de perro eran afroamericanos o latinos. Según un informe de Parc, las lesiones infligidas por los perros policía causan lesiones más graves que las porras, gases lacrimógenos e incluso que las armas de fuego.
Cabe recordar que en 2004 un perro policía de Pennsylvania llamado Dolpho fue suspendido de sus funciones tras quedar demostrada sustendencia a morder a niños negros.
Durante la década de 1980 un grupo de agentes de la policía de Los Ángeles se refería supuestamente a los jóvenes negros como 'galletas de perro'.
Según datos del Departamento de Justicia de EE.UU., en Los Ángeles los afroamericanos y, en menor medida los latinos "son más propensos a ser detenidos y/o buscados que los blancos".