Las palabras provocaron un alboroto e inmediatamente Michalik pidió disculpas alegando que había sido malinterpretado. "No tenía la intención de sugerir que los niños víctimas eran de ninguna manera responsables", aclaró.
El daño ya estaba hecho
Los ciudadanos se unieron a destacados políticos para expresar su indignación y el intenso debate continúa aún dos semanas después de las declaraciones. Los medios de comunicación locales señalaron que Michalik había apoyado a un párroco declarado culpable en 2004 de abuso sexual infantil. Una de sus víctimas dijo que "estaba horrorizado" por los últimos comentarios del líder religioso polaco.Todo esto ocurre en medio de una ola de acusaciones de que la Iglesia católica en Polonia está ocultando los casos de abusos sexuales, algo que va en contra de los esfuerzos que el Vaticano realiza desde 2001 para castigar a los sacerdotes violadores, informa AP.
La Iglesia, templo de la lujuria
El mismo Juan Pablo fue objeto de críticas por no prestar atención a las acusaciones contra sacerdotes. Después del escándalo de abusos sexuales en el seno de la Iglesia que estalló en 2002 en EE.UU., el entonces cardenal Joseph Ratzinger emprendió una cruzada para eliminar de forma permanente de la Iglesia a los abusadores.La batalla contra los sacerdotes pedófilos ganó intensidad una vez que Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI. En varios países, como EE.UU., Canadá y Australia, la Iglesia ha estado pagando millones en concepto de indemnización por los casos de abusos sexuales.