Sociedad
Discriminan a un héroe de guerra por entrar al bar de un hotel con su perro
A un veterano de dos guerras le negaron la entrada en el bar de un hotel de Sidney con su perro de asistencia porque, le dijeron, ''aquí se sirve la comida''.
Reece Maloney, veterano del ejército australiano que participó en las guerras en Irak y de Afganistán, sufre trastorno por estrés postraumático (TEPT), un desorden de ansiedad causado por la exposición a intensos acontecimientos estresantes.
Maloney, a quien le fue diagnosticado TEPT en 2011, explica que debido a su enfermedad se pone un poco nervioso en los lugares públicos y que su perro Budd le ayuda con su amor incondicional a calmarse y a sentirse seguro. El exsoldado subraya que nunca antes había tenido problemas con su perro de asistencia, debidamente entrenado y socializado, ni en cafeterías o tiendas, hasta que la administración de un hotel le negó la entrada, motivando su decisión con el argumento supuestamente higiénico de que en ese lugar se servían comidas.
De acuerdo con Maloney, un gerente del hotel Coogee Bay de Sidney no le permitió entrar en el bar alegando que ''normalmente no tenemos problemas con perros guías debido a que la gente ciega no suele venir aquí''.
''Fue una bofetada. Me fui al extranjero, serví a mi país y sufrí una gran cantidad de pérdidas, y no me dejan entrar porque tengo un perro de asistencia. Nadie podría suponer nada parecido'', se lamenta Maloney, añadiendo que el incidente ha supuesto una situación estresante para él.
"El daño está hecho y nada puede resacirme por la forma en que me trataron", señala Maloney.
Maloney, a quien le fue diagnosticado TEPT en 2011, explica que debido a su enfermedad se pone un poco nervioso en los lugares públicos y que su perro Budd le ayuda con su amor incondicional a calmarse y a sentirse seguro. El exsoldado subraya que nunca antes había tenido problemas con su perro de asistencia, debidamente entrenado y socializado, ni en cafeterías o tiendas, hasta que la administración de un hotel le negó la entrada, motivando su decisión con el argumento supuestamente higiénico de que en ese lugar se servían comidas.
De acuerdo con Maloney, un gerente del hotel Coogee Bay de Sidney no le permitió entrar en el bar alegando que ''normalmente no tenemos problemas con perros guías debido a que la gente ciega no suele venir aquí''.
''Fue una bofetada. Me fui al extranjero, serví a mi país y sufrí una gran cantidad de pérdidas, y no me dejan entrar porque tengo un perro de asistencia. Nadie podría suponer nada parecido'', se lamenta Maloney, añadiendo que el incidente ha supuesto una situación estresante para él.
"El daño está hecho y nada puede resacirme por la forma en que me trataron", señala Maloney.
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