La foto, considerada un verdadero símbolo de la revolución y del espíritu rebelde que encarnaba el líder revolucionario, es una de las imágenes más icónicas del siglo XX. Díaz la tomó en el transcurso de un mitin durante el entierro de las víctimas por la explosión de un buque en el puerto habanero.
La foto apareció en muchos obras artísticas y se repitió en innumerables pósteres, tarjetas etc. Díaz nunca exigió derechos de autor. No obstante, como compartía los ideales de Guevara se oponía decididamente al uso de la imagen con fines inadecuados, como por ejemplo en la publicidad de bebidas alcohólicas.
En la puja, que fue organizada por la galería fotográfica Westlicht, también se subastó por 6.450 dólares otra imagen de Ernesto Che Guevara en la que aparece fumando un puro.